La verdad sobre el dolor de espalda: ¿se debe todo a la fascia adherida?

  

Todas las estructuras ( por ejemplo, músculos, órganos ) de nuestro cuerpo están cubiertas por tejido conjuntivo ( fascias ).

Este tejido conjuntivo ( fascia ) recorre todo el cuerpo y puede considerarse como una capa o segunda piel que protege el organismo. La fascia garantiza la resistencia de tendones y ligamentos, evita la fricción dolorosa en las articulaciones de la cadera y los discos intervertebrales, protege los músculos de lesiones y nos mantiene en forma, jóvenes y terso.

 

Por desgracia, vivimos en una época en la que una gran falta de ejercicio y una postura unilateral/deficiente contribuyen a que las fascias se pegen. Los vasos sanguíneos y los nervios pueden pasar a través del tejido conjuntivo (fascia) hasta los órganos y los músculos, que pueden quedar limitados como consecuencia de ello. Esto significa que los nervios se contraen y se hacen sentir a través de la fascia.

 

Posibles consecuencias: Dolores articulares o de espalda, tensión, entumecimiento o limitación del movimiento.  Los ritmos más finos de nuestro corazón, la expansión de nuestros pulmones y la movilidad de nuestros intestinos: todo esto está en constante movimiento con fluidos. Si este complejo sistema se desequilibra en algún punto, debido a un bloqueo provocado por una fascia adherida, puede provocar una reducción del rendimiento y problemas de salud.

 

Con el entrenamiento adecuado, los estudios han demostrado que se puede entrenar el tejido conjuntivo y, en consecuencia, aflojar las adherencias.  La tan lamentada rigidez con la edad y la pérdida de elasticidad que conlleva son esencialmente el resultado de una fascia más densa.  Los ejercicios de estiramiento suaves y dinámicos, hacen que estimulen el tejido conjuntivo, regenerando las fibras de colágeno, recibiendo en nuestro  cuerpo  una mejor entrada de la  sangre. En resumen, ¡el entrenamiento de la fascia puede ayudarnos a librarnos de nuestros molestos dolores de espalda!

Das Bild verdeutlicht, dass unser ganzer Körper vom faszialen Bindegewebe "umhüllt" ist.
(Quelle:gesundheitsberatung.at),